Llamamos bailes latinos a los que provienen de los países bañados por el mar Caribe. Igual que sucedió con la cultura o el lenguaje, los ritmos caribeños se vieron muy influenciados por la llegada de españoles, africanos y franceses. Ricos y pobres buscaban en la música y la danza su propia forma de expresarse. Sin embargo, cada uno tiene su identidad propia. 

En nuestro centro puedes aprender los siguientes:

SALSA CUBANA.

En el estilo cubano es en el que más se ven reflejados los orígenes africanos, donde la expresión corporal y la contorsión cobran una mayor importancia. Por otro lado se trata de uno de los estilos de salsa de más fácil ejecución, permitiendo mayor libertad en la realización de pasos y figuras en una forma más libre y espontánea de entender el baile.

SALSA EN LÍNEA.

Se trata de una forma de distribuir y ejecutar los pasos y las figuras de la salsa en la que los bailarines se trasladan hacia delante y hacia atrás a lo largo de una línea recta imaginaria.

Fue desarrollada especialmente en Estados Unidos, donde la salsa recibió la influencia de otros estilos y del ballroom, creando un estilo de salsa muy vistoso más acrobático y cargado de giros y contragiros ejecutados a mayor velocidad.

MERENGUE.

Es un estilo de música y danza dominicana. La pareja se mantiene junta en una posición cerrada. El líder sostiene la cintura del seguidor con la mano derecha, mientras sujeta la mano derecha del seguidor con la mano izquierda a la altura del ojo. Los compañeros doblan las rodillas levemente hacia la izquierda y la derecha, lo que hace que las caderas se muevan hacia la izquierda y hacia la derecha. Las caderas del líder y seguidor se mueven en la misma dirección a lo largo de la canción. Los socios pueden caminar de lado o en círculos entre sí, en pequeños pasos. Pueden cambiar a una posición abierta y hacer giros separados sin soltarse de las manos o soltando una mano. Durante estos giros pueden girar y atar su agarre en pretzels intrincados. Otras coreografías son posibles.

Aunque el ritmo de la música puede ser frenético, la parte superior del cuerpo se mantiene majestuosa y los giros son lentos, típicamente cuatro compases y pasos por turno completo.

KIZOMBA

Es un género musical y una danza de origen Angoleño. El término "kizomba" proviene de la expresión lingüística «Kizombadas» que significa "fiesta" en Kimbundo, Un dialecto Angoleño.

Tiene sus raíces en la semba, que se bailaba en los años 50/60. En los años 80, los músicos comenzaron a mezclar la semba con zouk (música africana que mezclaba la música tradicional con este género musical con origen en las Antillas). En este momento, la gente empieza a adaptar la forma de bailar la Semba, naciendo el nuevo baile de la Kizomba. Recuerda mucho a una mezcla entre tango y bachata, es un baile muy rítmico tremendamente sensual y apasionado.

RUEDA CUBANA

La rueda de Casino o rueda cubana es un estilo de baile para el son montuno o guaracha y luego para el nombre comercial que se le pondría a toda la música cubana bajo un solo nombre: salsa.

La rueda la forman parejas de bailarines en un número indeterminado que realizan figuras de baile combinadas entre ellos. Cuando nace la rueda en los años 50 no se baila salsa sino son, casi siempre son montuno, guaracha y también chachachá, etc. De esta forma creativa surgió esta manera de bailar que más adelante se aplica plenamente bailando salsa.

Debido a que la rueda la integran varias parejas se hace necesario poner nombre a las figuras de baile con la finalidad de que sean entendidas por todos los integrantes.

Existen más de 300 figuras que son reconocidas en varios países. Sin embargo la Rueda de Casino dista de ser una expresión cultural estandarizada. Los pasos más conocidos suelen dividirse en tres niveles principales: Nivel Básico, Nivel Intermedio y Nivel Avanzado.

CHA CHA CHÁ

El chachachá es un baile latino reconocido a nivel mundial y que debe su origen a Cuba durante la década del 50. Es un tipo de baile que se identifica con facilidad en todo el mundo, porque su ejecución depende en muy buena medida del ritmo de la música que lleva el mismo nombre.

Durante los primeros años de la década del 50, un violinista y compositor de origen cubano, Enrique Jorrín, tomó la decisión de empezar a experimentar con el danzón. Fue a partir de estas experimentaciones musicales donde logró nacer el ritmo del chachachá, para irse consolidando paulatinamente. Lo interesante del caso, es que su creador con este tipo de trabajo lo que estaba buscando era crear melodías que fuesen muy fáciles de bailar para todas las personas. En ese sentido, su búsqueda correspondía con lograr una menor dificultad en el seguimiento de los tiempos al momento del bailar, situación que era una constante con el mambo, por ejemplo.